De todas las aflicciones temidas que afectan al cabello, la oxidación ocupa los primeros lugares de la lista.
De todas las aflicciones temidas que afectan al cabello, la oxidación ocupa los primeros lugares de la lista. La desagradable aparición del cabello oxidado ocurre especialmente cuando el cabello no recibe el tratamiento adecuado después de una coloración. El resultado es una calidez excesiva del cabello, como sucede con el rubio platinado que se vuelve demasiado amarillo o los reflejos dorados que se vuelven anaranjados. Cuando se aclara el cabello, el color natural del cabello se levanta para dar lugar al nuevo color. Como todo el cabello tiene un cierto grado de calidez subyacente, la remoción de su tonalidad natural hace más evidente los tonos amarillos, naranjas o rojos, a menos que se tomen medidas para atenuar este fenómeno. Sin importar la forma en que se presente la calidez, sin dudas querrás deshacerte de la oxidación en tu cabello y volver a los tonos más fríos que buscabas originalmente. Mejor aún, toma medidas preventivas como solución para tu cabello rubio oxidado.
En lugar de aplicarse un color rubio en todo el cabello en un solo proceso, haz que tu colorista trabaje en los reflejos brillantes y oscuros en vez de aplicar color en cada mechón. Esto reduce la posibilidad de oxidación en toda la cabeza. Recuerda: mientras más se parezca el color final de tu cabello a tu color natural, hay menos posibilidades de que cambie el color; se recomienda que no te aclares el cabello más de dos tonos de tu color natural. Elije bien el color desde el principio; así aumentarán las posibilidades de eliminar un cabello oxidado en el futuro.
El sol no solo tiende a secar el cabello, sino también de desteñir el color. Además, la permanencia en el exterior acelera la oxidación de tu cabello recién teñido. Cuando el cabello se expone tanto al oxigeno como a los rayos ultravioletas, se revela la calidez subyacente de tu cabello y, antes de que lo sepas, lo invade la oxidación. Si no puedes mantenerte alejada del sol, usa un sombrero para proteger el cabello o un spray protector contra rayos ultravioletas para evitar la oxidación indeseada.
Puede ser difícil hacerlo, pero el enjuague del cabello con agua fría es mejor para preservar tu color. En vez de aumentar el calor, usa un enjuague con agua fría para cerrar las células de las cutículas. El beneficio adicional de esta técnica es que retiene la humedad y ayuda a la cutícula a tener una textura más lisa y una apariencia más lustrosa y brillante.
El cloro no es amigo de tu cabello. Este producto químico es famoso por quitarle al cabello sus aceites naturales y dejarlo seco y frágil. Mientras más dañado esté el cabello, es más susceptible a oxidarse. Para contrarrestar este problema, moja el cabello con agua embotellada antes de meterte a la piscina. Tu cabello absorberá cualquier tipo de humedad; por eso, primero aplícate agua limpia y sin productos químicos antes de nadar. Cuando no te vayas a meter más en la piscina, lávate el cabello con shampoo y acondicionador inmediatamente para revertir cualquier posible daño. Mejor aún, si la opción está disponible, elije las piscinas de agua salada.
Como el amarillo y el violeta están en extremos opuestos de la paleta de colores, el púrpura se utiliza para neutralizar los tonos oxidados y demasiado cálidos. Invierte en un tratamiento corrector de color, como el John Frieda Colour Renew Tone-Correcting Shampoo, que ayuda a corregir la oxidación y a restaurar el cabello rubio en apenas tres lavados. El shampoo púrpura de John Frieda tiene una Tecnología de iluminación óptica que absorbe la luz ultravioleta e irradia un brillo blanco azulado. La fórmula ilumina y revitaliza el cabello rubio.
Pídele a tu estilista que te haga un baño de luz transparente en tu cabello recién teñido para sellar el tono y evitar que se destiña o decolore. Si lo haces, puedes sellar el color unas cuatro a seis semanas adicionales.
Los altos niveles de minerales en el agua pueden hacer que el cabello se oxide. El agua dura deposita en tu cabello minerales que arruinan el color, mientras que a la vez le quitan la humedad. Considera reducir la cantidad de veces que te lavas el cabello a la semana, y si el agua que usas es particularmente dura, posiblemente quieras invertir en un filtro de agua que tamice los minerales. ¿Te preocupa que tu cabello se vea sucio? Un truco sería hacerse un moño o una trenza y usar un poco de shampoo seco.
Puede parecer algo sencillo, pero mientras más saludables, suaves y flexibles sean tus mechones, hay menos posibilidades de que el color se destiña o cambie. Se puede lograr con el uso de un tratamiento acondicionador profundo. Después de tratar el cabello, sella tu estilo con un hidratante lustre de pelo. Solo asegúrate de que el lustre sea transparente o tenga la pigmentación adecuada para neutralizar la oxidación.